El valor de la IA comienza con la gestión de la conversación de C-suite

El valor de la IA comienza con la gestión de la conversación de C-suite

Todos los futuristas y pronosticadores con los que he hablado están convencidos el La tecnología transformadora de los próximos siete años es la inteligencia artificial. Todo el mundo parece estar hablando de IA. Desafortunadamente, la mayoría de estas conversaciones no conducen a la creación de valor ni a una mayor comprensión. Y, como líder de TI, puede apostar que estas mismas conversaciones están repercutiendo en toda su organización, en particular, en el C-suite.

Los CIO deben saltar a la vorágine conversacional, descubrir qué partes interesadas están hablando sobre IA, hacer un inventario de lo que dicen, remediar los conceptos erróneos tóxicos y guiar la discusión hacia proyectos y procesos que crean valor.

Una breve historia de la exageración y el impacto de la IA

La IA ha sido parte de la conversación sobre TI desde que el término fue acuñado por el científico informático de la Universidad de Stanford, John McCarthy, en 1956. Las conversaciones sobre la IA generalmente han seguido múltiples oleadas de entusiasmo y valles de decepción por la tecnología. En 1983, la conversación predominante sobre la IA era “¡Viene, viene!” gracias en parte a Edward Feigenbaum y Pamela McCorduck’s La quinta generación: inteligencia artificial y el desafío informático de Japón para el mundo. Y luego, solo un año después, en 1984, un subconjunto de empresas emergentes de IA en Silicon Valley se derrumbó, dando paso espectacularmente a un período conocido como “el invierno de la IA”. En ese momento, las conversaciones de IA, cuando ocurrieron, generalmente concluyeron con la determinación “todavía no”.

Alrededor del cambio de siglo, la mayoría de nosotros sin saberlo, entramos en la era de la inteligencia artificial estrecha (ANI), a veces denominada “IA débil”. ANI es AI que se especializa en un área. John Zerelli, escribiendo en Guía del ciudadano sobre inteligencia artificialafirma: “Cada IA ​​importante que existe hoy en día es específica de un dominio”, es decir, ANI.

El camino general a seguir para ANI ha sido que se mueve hacia un dominio determinado y de 7 a 10 años después se vuelve imposible competir/realizar esa tarea/actividad en particular sin IA. Los ejecutivos deben tener conversaciones tácticas con respecto a qué dominios y áreas de actividad, es decir, en la jerga de la IA, qué problemas definibles y metas medibles deben abordarse con qué recursos de ANI.

Para 2009 estábamos rodeados de ANI invisible, en forma de recomendaciones de compra, visualización y escucha; diagnósticos médicos; tareas de admisión a la universidad; colocación laboral; etc. Hoy en día, la ANI es omnipresente, invisible y fundamentalmente incomprendida. Ray Kurzweil, informático, futurista y director de ingeniería de Google, sigue diciéndole a la gente que si los sistemas de inteligencia artificial se declaran en huelga “nuestra civilización quedaría paralizada.”