Cómo afectará la prohibición de la geoingeniería en México a las puestas de sol
METROake Sunsets, una compañía detrás de un reciente esfuerzo controvertido para enfriar la tierra mediante la liberación de partículas de dióxido de azufre (SO2) en la atmósfera superior para reflejar el calor entrante, canceló sus próximos experimentos en México, luego de una reprimenda del gobierno mexicano.
“Hemos decidido no hacer lanzamientos en México hasta que encontremos una manera de colaborar con el gobierno mexicano”, dijo Luke Iseman, el fundador de la compañía, a TIME en reacción al anuncio de México el 13 de enero de planes para prohibir la geoingeniería. “Queremos trabajar arduamente con los socios gubernamentales para ganar tiempo para que otros resuelvan los desafíos compartidos que tenemos para prevenir un calentamiento catastrófico”.
La empresa de dos personas fue noticia en el mundo del clima el mes pasado cuando el MIT Revisión de tecnología reportado que habían lanzado globos meteorológicos que contenían helio y SO2 en el estado mexicano de Baja California la primavera pasada, el primer intento registrado de alterar la estratosfera en nombre de la acción climática.
La intención era que los globos explotaran cuando alcanzaran la atmósfera superior y liberaran el SO2, que teóricamente reflejaría la radiación solar de regreso al espacio. Dichos métodos, conocidos como geoingeniería solar estratosférica, son una de las áreas de estudio más controvertidas en el mundo del clima, debido a la posibilidad de liberaciones de SO2 a gran escala que afecten el clima global y la agricultura de manera impredecible. Muchos activistas ambientales también se oponen a la posibilidad, argumentando que la geoingeniería constituye un riesgo moral, ya que los contaminadores posiblemente podrían argumentar que les da licencia para continuar emitiendo gases de efecto invernadero que calientan el planeta.
Tras la noticia del lanzamiento de Make Sunsets, el gobierno mexicano emitió un presione soltar diciendo que “prohibiría y, cuando corresponda, detendría las prácticas de experimentación con geoingeniería solar”, citando la falta de acuerdos internacionales y una moratoria de la ONU de 2010 sobre la práctica. El anuncio también señaló que la startup no había consultado a las autoridades antes de llevar a cabo los experimentos.
“Fue sorprendente que la gente sintiera que estábamos tratando de burlar alguna ley cuando esa no era la intención”, dice Iseman. “No parece haber algún permiso que debería haber solicitado y no lo hice”.
Los expertos dicen que la liberación de SO2 de Make Sunsets fue lo suficientemente pequeña como para no constituir un peligro ambiental, pero muchos han criticado a la compañía por intentar sacar provecho de la ciencia en gran medida no probada. Make Sunsets vende $10 “Créditos de enfriamiento” en su sitio web a cambio de liberar un gramo de SO2 en la estratosfera, lo que, según afirma, corresponderá a eliminar el efecto de calentamiento en una tonelada de emisiones de dióxido de carbono durante un año.
Una de las preocupaciones sobre la geoingeniería es la posibilidad de que países individuales o incluso actores solitarios puedan adoptar la práctica por su propia voluntad, intentando alterar el clima sin la aceptación global o un apoyo científico sólido, una posibilidad que Make Sunsets podría parecer ilustrar. .
Iseman, por su parte, argumenta que no hay tiempo que esperar para realizar esfuerzos climáticos de última hora. Tiene la esperanza de poder encontrar otro país que apoye más su trabajo. “Si alguien, en algún lugar del mundo, quiere lanzar un globo con nosotros, espero que se comunique”, dice. “Y si son un gobierno, haré todo lo posible para estar en el próximo avión para visitarlos”.
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