Una eyección de masa coronal de la estrella EK Draconis fue 10 veces más grande que cualquiera que hayamos visto en nuestro propio sol
Espacio
9 de diciembre de 2021
Una eyección de masa coronal en el sol fotografiada por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA NASA Goddard
Los astrónomos han visto una enorme nube de plasma surgiendo de la superficie de una joven estrella parecida al sol. Este evento, conocido como eyección de masa coronal (CME), fue más grande que cualquiera que hayamos registrado anteriormente en este tipo de estrella, y los investigadores esperan que esto pueda mejorar nuestra comprensión de cómo erupciones similares pueden haber afectado a nuestro sistema solar en el pasado.
Las CME ocurren típicamente después de las erupciones estelares, conocidas como erupciones solares en nuestro sol, que son ráfagas intensas de radiación electromagnética liberadas desde la atmósfera de una estrella. Las CME del sol son responsables de las espectaculares auroras que vemos en la Tierra.
Las observaciones de CME procedentes de otras estrellas son escasas porque son débiles y muy difíciles de detectar. Ahora, sin embargo, Yuta Notsu en la Universidad de Colorado Boulder y sus colegas han encontrado evidencia de una CME de una estrella joven que es más poderosa que cualquiera que hayamos visto antes.
Utilizando el Satélite de estudio de exoplanetas en tránsito y el telescopio Seimei en Japón, monitorearon la actividad de una estrella llamada EK Draconis, a 111 años luz de distancia y con una edad de entre 50 y 125 millones de años, entre enero y abril de 2020.
El 5 de abril de 2020, el equipo observó una superflare, una llamarada estelar especialmente grande, que brotaba de la superficie de EK Draconis. Poco después, esto fue seguido por una gran liberación de plasma que se alejó de la estrella a 510 kilómetros por segundo, lo que los investigadores sugieren que probablemente sean las primeras etapas de una CME.
Estimaron que la masa del plasma era 10 veces mayor que la de la CME más grande que hemos visto desde nuestro sol. “Este es el evento más grande detectado en una estrella de tipo solar”, dice Notsu.
Se cree que las super llamaradas y las CME masivas solo ocurren una vez cada pocos miles de años en nuestro sol, dice Notsu. En la Tierra, las CME han dañado previamente las redes eléctricas y han interrumpido las comunicaciones por radio. Notsu sugiere que si tuviéramos que experimentar eventos en la escala de lo que se observó en EK Draconis, podría haber aún más destrucción de la infraestructura.
Referencia de la revista: Astronomía de la naturaleza, DOI: 10.1038 / s41550-021-01532-8
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